En la jerga futbolística, para el duelo del domingo a las 18 contra Independiente Rivadavia, en Mendoza, falta una eternidad y, por ende, seguramente correrá mucha agua por debajo del puente laboral de Atlético. Uno de los que pica en punta para debutar oficialmente de titular es Sebastián Matos. Viene haciendo buenos trabajos durante la semana (paga con goles su tarea), además de que en el equipo hoy no sobra demasiado material humano. Con “Pulguita” suspendido y Leandro Díaz con un pie afuera (ver aparte) del encuentro con la “lepra”, el grandote centrodelantero pica en punta para formar una sociedad explosiva con Cristian Menéndez. “¿(El técnico) te dijo el equipo ya?”, bromeó después de la práctica de ayer el lungo, y luego dejó en claro que para llegar a estar entre los 11 debe seguir haciendo bien su parte. “Entrenamos para estar en todos los partidos, vamos a ver qué pasa”.
El hecho de haberse sacado la espina del gol fue una buena señal, según Matos. “Sí, por suerte era lo que más buscaba, después de no sé cuántas fechas lo logré. Estoy más aliviado, pero hay que seguir laburando”, aclaró y luego contó cómo llegó a sentenciar el partido con Chacarita (fecha 30), desde los 12 pasos. “Había varios pateadores pero confiaron en mí. Me consultaron si quería patearlo y dije que sí. Me tuve confianza y por suerte pudo entrar la pelota”, reconoció quien entiende que en esta pelea por el título, entre Atlético y Patronato, la distancia entre uno y otro, llámese puntos perdidos, es casi ínfima. “Los partidos de visitante son difíciles, pero hay que tratar de sumar. Y en nuestra casa hay que hacerse fuerte siempre. Sabemos que el margen de error es cada vez menor”.
De los delanteros que llegaron a 25 de Mayo y Chile esta temporada, Matos fue el que menos tiempo de juego tuvo. Entonces, para él, esta podría ser una oportunidad de oro. “Hay que estar preparado para cuanto te toque. Quizás uno quiere jugar todos los partidos, pero hay veces que te toca y otras que no. En ocasiones jugás varios minutos y en otras no”, definió Matos, dando a entender la procesión que suele vivir un futbolista cuando no es tenido en cuenta todos los fines de semana.
“Si me toca jugar, que salga lo mejor posible”, se ilusiona el hermano de Mauro, el artillero de San Lorenzo.
Su gran aval para llegar confiado al fin de semana son los entrenamientos. “Hay que hacer goles y después ratificarlos en los partidos”, confió Matos, cuyas dedicatorias ya tienen remitente. “Si juego y hago un gol, va dedicado a mi familia y a mis amigos. Siempre”.